Marketing de afiliación: La verdad detrás del mito

El marketing de afiliación, ese concepto que se escucha por todos lados, especialmente en los cursos online que te venden la idea de que «puedes ganar dinero promocionando productos de Amazon y otras empresas». Pero, ¿es realmente tan fácil como lo pintan? ¿Te vas a hacer rico con solo promocionar enlaces? En este artículo, quiero contarte mi experiencia personal con este modelo de negocio y, sobre todo, quitarte la venda de los ojos.

Porque, sinceramente, no todo lo que brilla es oro. Y sí, el marketing de afiliación tiene su lado positivo, pero no te equivoques, no te vas a jubilar de esto. No es para tirar cohetes.

Comisiones bajísimas, ganancias diminutas

Primero lo primero: las comisiones son ridículas. Y no me refiero a una comisión baja de vez en cuando, no. Estoy hablando de un 3%, un 4%, un 5%… ¿Qué es eso? Eso ni para comprarte un café. Para ganar algo decente con afiliados, tendrías que tener un volumen de tráfico impresionante. Pero en cuanto te metes a esto y empiezas a ver cómo funciona, te das cuenta de que la recompensa por todo el esfuerzo es demasiado pequeña.

Voy a ser claro: cualquier representante de ventas o comercial te paga mucho más por cerrar una venta, y no tienes que hacer SEO ni tener una página web. En el marketing de afiliación, tienes que promocionar productos, hacer SEO, crear embudos de venta, y aún así la ganancia es mínima. ¿De verdad compensa? No sé tú, pero yo prefiero dedicar mi tiempo a algo que me genere mayores ingresos.

¿Te vas a hacer rico con esto? No. ¿Te vas a aprender cosas útiles? Sí.

Lo que me parece interesante del marketing de afiliación no es el dinero que vas a ganar (porque, sinceramente, no vas a ganar mucho), sino lo que vas a aprender. Te voy a ser honesto: el marketing de afiliación es una escuela de vida para entender el SEO, el marketing digital, cómo crear embudos de ventas, cómo construir una página web que se posicione bien, y cómo usar plataformas como YouTube para crear contenido.

Eso sí, prepárate para dedicarle tiempo. Yo llevo más de 20 años en SEO y todavía no puedo decir que me haya hecho millonario con este tema. Claro, hago dinero, pero comparado con otros negocios como el marketing digital o la fotografía, los ingresos del marketing de afiliación son una broma.

Y aquí está la clave: si entras en este mundo con la mentalidad de que vas a aprender, entonces sí, puede que valga la pena. Porque el SEO y el marketing digital que aprenderás te pueden abrir puertas en otros campos, pero no te engañes: no vas a estar forrado a base de afiliación. Es más, es probable que después de un tiempo, te canses de todo esto.

El ejemplo de los que se cansan

Te cuento una historia que ilustra perfectamente lo que te digo. Conocí a un chico de Huelva que se dedicaba a hacer vídeos de YouTube y promocionaba enlaces de afiliación. Pasó un tiempo haciendo todo esto, incluso tuve la oportunidad de hacer unas mentorías con él. Pero después de un tiempo, me volví a poner en contacto con él y me confesó que había abandonado todo. El canal de YouTube ya no existía, y el tipo dejó el marketing de afiliación para siempre.

¿La razón? Simple: se dio cuenta de que los beneficios no eran proporcionales al esfuerzo. Promocionas productos, haces SEO, creas contenido, pero al final, lo que te queda en el bolsillo no es suficiente. Y lo peor de todo es que, tras meses de trabajo, te das cuenta de que lo único que has hecho es gastar tiempo sin obtener resultados satisfactorios.

Lo que no te cuentan

Te voy a decir algo que mucha gente no te cuenta cuando te hablan del marketing de afiliación: todo esto es un proceso largo y tedioso. No es algo que vayas a aprender en una semana. Aquí se habla mucho de «ganar dinero fácil», pero nadie te cuenta lo que realmente implica: ser constante, trabajar mucho, tener paciencia y, sobre todo, ser realista con las expectativas.

Por eso, si entras en este mundo, no lo hagas esperando ganar dinero a corto plazo. Si lo que buscas es una fuente de ingresos pasivos, olvídalo. Esto no es un esquema de «enriquecimiento rápido». Y lo peor es que, tras el hype inicial, muchas personas se desmotivan al no ver resultados inmediatos. Es por eso que tantas personas abandonan el marketing de afiliación.

La mentalidad correcta para el marketing de afiliación

Aún así, no quiero que pienses que el marketing de afiliación es una mala idea. De hecho, tiene sus ventajas. Si entras en este mundo con la mentalidad de aprender, entonces podrás sacarle jugo a las lecciones que ofrece. Si te centras en lo que puedes aprender sobre SEO, marketing de contenidos, embudos de venta y cómo posicionar productos, entonces estarás adquiriendo habilidades que te servirán en otros campos, como la creación de negocios online o la gestión de proyectos digitales.

Pero de ahí a pensar que vas a vivir de esto, te lo repito: no te hagas ilusiones. Es una estrategia interesante para ganar un dinero extra, pero no es una fuente de ingresos que te haga rico. No inviertas tu energía pensando que vas a retirarte a los 30 vendiendo enlaces de afiliación.

Y si tienes dudas…

Si has estado metido en el marketing de afiliación y has ganado dinero, déjalo en los comentarios. Me encantaría saber tu experiencia. Y si, como yo, no has visto grandes resultados, también me interesa escuchar tu historia. Estoy seguro de que muchos de los que están en este sector también se habrán sentido frustrados alguna vez.

Al final, lo que quiero que entiendas es esto: el marketing de afiliación no es la panacea. No te prometen un camino fácil ni resultados instantáneos. Si decides lanzarte, hazlo con los ojos bien abiertos. Y si no es para ti, no pasa nada. Hay otros caminos en los que podrías ser mucho más rentable. Pero sobre todo, no pierdas tiempo persiguiendo un sueño que no es tan dorado como te lo pintan.

Porque sí, como todo en la vida, hay que ser realista. Esto no es un camino rápido ni fácil, y si te metes en él, prepárate para trabajar, aprender y, tal vez, abandonar. Eso sí, al menos habrás aprendido algo de valor que podrás aplicar en otros proyectos.

¿Lo sigues viendo como una oportunidad?