Estas dentro y en breve recibirás tus regalos

¡PUM! ¿Te acaba de estallar la cabeza? Normal. Esta página es como un petardazo en una mañana de resaca. “¿Pero dónde demonios me he metido?”

¿Quieres saber la verdad?…

¡Pues bienvenido al salvaje universo del marketing digital!

Un lugar donde la estrategia, el ingenio y la flipada mental se dan la mano, y donde el único límite, te lo juro por Snoopy, eres tú y tus malditas excusas.

—A ver, ¿no se supone que el marketing digital es poner cuatro anuncios cutres, subir dos fotos a Instagram con filtros que te ponen guapo y ya está?

Aquí es cuando a mí, con una cara de póker que ni el campeón mundial de Texas Hold’em, me entran sudores fríos y me sale humo por las orejas.

Siento chafarte la guitarra, pero NO. El marketing digital es mucho, muchísimo más que eso.

El marketing digital es crear un ecosistema online que te permita cazar, domesticar y fidelizar clientes como si estuvieras jugando al ajedrez contra la mismísima mente de tus usuarios.

¡Jaque mate, pardillo!

Y antes de que me vengas con el «¿y yo necesito esto?», te lo digo ya: SÍ. Lo necesitas para sobrevivir. ¡Incluso para ligar, si me apuras!

¿Qué puedes esperar del marketing digital en tu negocio? ¿En serio me lo preguntas?

Aumentar la visibilidad y el alcance de tu marca. ¿Por qué? Pues porque Internet no duerme, colega. Y si sabes mover tus fichas, puedes llegar a más gente que Julio Iglesias en un concierto.

Generar interacción, atraer clientes como moscas a la miel, y ofrecer contenido tan adictivo que tus potenciales compradores no puedan resistirse a la tentación de soltar la pasta.

Diferenciarte de la competencia y convertirte en el puto amo de tu sector. En este mundo, el que no se adapta, acaba como los dinosaurios: extinto.

Encontrar a tu público ideal, segmentando y lanzando tus campañas con una precisión de un francotirador.

Aumentar tu productividad y ver cómo la pasta empieza a fluir mientras todo lo demás se optimiza, porque aquí lo que importa es la pasta, el maldito ROI, y no el bla-bla-bla para posturetas.

Ahora, ¿quieres que te diga la cruda verdad?

Esto es lo que te contaría cualquier marketiniano de manual, pero tú no has venido aquí a que te cuenten cuentos de hadas. Tú has venido aquí a forrarte.

Y ahora te encuentras ante dos caminos: o contratas mis servicios, o te buscas la vida.

Pero ojo, porque igual ni siquiera puedes contratarme. No soy barato, precisamente. No te estoy cobrando por darle a cuatro botoncitos, te estoy cobrando por mi jodida habilidad para solucionar tus problemas. Siempre encuentro el atajo más rápido y efectivo para que tu cuenta bancaria engorde, y eso, amigo mío, tiene un precio.

Ah, y una cosita más: no hago milagros. No suelo trabajar con negocios que están muertos antes de empezar.

Si no te llega el presupuesto, siempre tienes la opción de apañártelas tú solito. Pero tranquilo, no te voy a dejar tirado.

Arriba, en el menú, hay un enlace que se llama “NO MIRES AQUÍ”. ¿Ves? ¡Soy un put… maestro de la ocultación!

Allí encontrarás un arsenal de información sobre marketing que puedes poner en práctica.

Ideas Digitales by Jaime Ruiz
Marketing Digital en Barcelona para emprendedores, autónomos y Pymes.