Atento. Lo que te voy a contar hoy no es la típica charla aburrida.
Es oro puro para tu negocio y tus ventas. 13 claves directas al grano, sacadas de una charla con gente que sabe de verdad, de la calle, en un bar de esos donde se dicen las cosas claras. Podría cobrarte bien por esto, pero hoy no. Así que abre los ojos y apunta.
Vamos al grano, sin anestesia:
¿Cansado de oír siempre la misma música sobre ventas? ¿De consejos bonitos que no te llenan el bolsillo? Pues presta atención, porque esto es directo a la yugular.
Nada de relleno.
La pura verdad sobre vender más, negociar sin temblar y hacer que tu negocio se mueva YA.
Son 13 ideas de gente que pisa la calle y consigue resultados.
Si no te gustan las verdades que pican un poco, mejor vete.
Si quieres cambiar el juego, sigue aquí.
1. El Email es ORO PURO. Grábatelo a Fuego.
Olvídate de obsesionarte con tu web bonita o tus redes sociales como si fueran la solución mágica. Son fuegos artificiales. ¿Sabes qué es lo ÚNICO que importa de verdad de alguien que te visita? Su email. ¡El contacto! La gente entra, mira y ¡adiós! La mayoría no vuelve JAMÁS, aunque les encantes. El email es la llave para poder hablar con ellos otra vez. Y otra. Hasta que confíen o saquen la cartera. Tu web entera tiene UN objetivo claro: conseguir ese email. ¡Pídelo sin rodeos!
2. Tus Emails: Menos «Regalos» y Más GANCHO (y Vender, Claro).
¿Te han dicho mil veces que tienes que «dar valor» sin parar? ¡Error! Si lo regalas todo, ¿quién te va a comprar? Da solo una probadita, algo que les deje con ganas de más. Tus emails necesitan esto cada día: un toque entretenido (¡que no se duerman!), una pequeña píldora útil (que vean que sabes de qué hablas) y… ¡ZAS! Tu oferta. Sin complejos. Al principio te costará escribir, ¿y qué? Es el mejor tiempo que vas a invertir. Con práctica, lo harás volando y llegarás a miles mientras otros se queman llamando a puertas. ¡Despierta!
3. Atrapa con Curiosidad: El Juego del «¿Y Qué Pasó Después?».
¿Quieres ese email en tu página? No les cuentes tu vida entera de golpe. Sé listo, como los que escriben pelis buenas: déjalos picados, queriendo saber el final. Usa esta fórmula:
- Curiosidad: Suelta un dato que les deje pensando («El 90% de los que intentan X fracasan»).
- Pista: Insinúa que tú tienes la clave («Pero hay un truco que casi nadie conoce…»).
- Giro: Dale un ángulo sorpresa o una mini-historia («…y lo descubrí por pura casualidad»). Y rematas: «Dame tu email y te lo cuento ahora mismo». ¡Boom! La curiosidad puede más que la pereza.
4. Métete en su Cabeza (Pero de Verdad, No de Mentira).
¿Quieres vender y que te paguen bien? Olvida las mil características de lo que vendes. A la gente le da igual. Tienes que saber qué ronda por la cabeza de tu cliente. Qué le quita el sueño por la noche. Qué busca de verdad. ¿Crees que alguien se compra un pedazo de Mercedes porque es bonito? Bueno si es bonito, pero te lo compras porque sabes que son vehículos que aguantan miles de KMs sin darte problemas y además tienes un servicio postventa que te soluciona cualquier problema.

5. El Precio: Justifícalo Siempre (Sí, También Si Es Bajo)
Olvida eso de «caro» o «barato» a secas. No significa NADA. La pregunta es: «¿Comparado con qué?». Puedes vender caro si haces que la gente PIENSE que lo vale. ¡Pero ojo! Vender barato sin decir por qué es pegarte un tiro en el pie tú solito. Si eres el barato y te callas… la gente pensará: «Uf, esto debe ser malísimo». De poca calidad. No fiable. Tienes que decirlo ALTO Y CLARO: «Es más barato porque ahorro en la caja / en el local / en X, ¡NO porque sea peor!». Si no lo haces, estás frito antes de empezar.
6. Negociar NO Es Bajar los Pantalones.
Negociar de verdad no es decir «vale, te lo rebajo» a la primera queja. Eso es de novatos. Negociar es entender qué necesita el otro y ver cómo dárselo, pero SIEMPRE con TUS reglas. No digas un precio y reces. Da OPCIONES: «Puedes tener A por este precio, o B por este otro». Que elijan ellos, pero dentro de lo que TÚ ofreces. ¿Que te piden un descuento? ¡Quieto ahí! Si acaso, quitas algo a cambio («Vale, pero sin esto»), pero tu precio por lo que haces se mantiene firme. ¡Que se note quién manda!
7. Tu Arma Secreta: El «SÍ… SI…».
La palabra mágica del buen negociador no es «NO». Es «SÍ…». Pero siempre con una condición detrás. «SÍ, te añado esto SI cerramos el trato hoy». «SÍ, podemos mirar eso SI también te llevas lo otro». Con este truco, eres tú quien lleva el volante. Suena fácil, ¿verdad? Pues casi nadie lo usa bien. ¡Empieza tú!
8. Que Se Lo Vendan Ellos Solos (Tú Calla y Escucha).
Deja de ser el pesado de turno. Basta de presionar con «¡cómpralo ya!» o «¡esto es lo mejor para ti!». Eso solo hace que la gente se cierre. El vendedor torpe empuja. El listo hace preguntas y escucha. Si te dicen «me gusta, pero es caro», no te lances a discutir. Pregunta: «Entendido, ¿y qué es lo que SÍ te ha convencido?». Deja que hablen ellos de lo bueno. Que se convenzan solos. Tú solo pones las señales, no empujas el coche.
9. Los Logos Aburren, las HISTORIAS Enganchan.
Poner dibujitos de empresas famosas en tu web está bien, pero ¿sabes qué? Lo hace todo el mundo. Es como poner «somos geniales». No dice nada. ¿Quieres destacar de verdad? Cuenta HISTORIAS. «Mira, a [Nombre Cliente] le pasaba [Problema], hicimos [Tu Solución Concreta] y consiguió [Resultado Increíble]. A lo mejor algo de esto te sirve a ti con [Su Problema Parecido]». ¡Eso SÍ funciona! La gente conecta con historias, no con listas de logos. Convierte tus casos de éxito en pequeñas pelis que inspiren.
10. Tus Clientes que YA Pagaron Son un Tesoro. ¡Cuídalos!
Estamos todos locos buscando clientes nuevos y nos olvidamos de los que ya confiaron en nosotros y nos dieron su dinero. ¡Error de principiante! Es mil veces más fácil (¡y más barato!) venderle otra vez a alguien que ya te conoce. Haz SIEMPRE estas dos cosas con ellos:
- Vende Algo Más: Ofréceles algo más que les pueda servir justo después de comprar.
- Sorpréndelos: Dales un poquito MÁS de lo que esperaban. Un detallito extra, algo que no entraba y les haga decir «¡Anda!». Deja de quemar dinero buscando fuera y mima a los de casa. Ahí está la pasta de verdad.
11. NUNCA Castigues al que Te Fue Fiel.
¿Poner tus cosas a mitad de precio en Navidad o Black Friday para todo el mundo? Es como dispararte en el pie. Solo consigues que la gente espere siempre la rebaja y no compre el resto del año. Y lo PEOR: es una falta de respeto al que pagó el precio normal hace dos días. ¡Jamás hagas eso! A tus clientes buenos les puedes dar un aviso antes de subir precios, o una oferta pequeñita solo para ellos, pero nunca una superbajada pública que deje a los leales como tontos. La lealtad se premia, no se castiga.
12. Sé Honesto Contigo Mismo y ¡Muévete!.
¿Quieres salir del montón en esto de vender y tener un negocio? Necesitas dos cosas que escasean:
- Mirarte al Espejo SIN TRAMPAS: Si no vendes, la culpa es TUYA. Deja de buscar excusas fuera. Analiza fríamente qué falla. ¿Por qué la gente no te compra? ¿Por qué no te toman en serio? Los números no mienten.
- Acción SIN PARAR: Menos darle vueltas a la cabeza y más hacer cosas. Las quejas no pagan las facturas. Hay que llamar, escribir, probar cosas nuevas, equivocarse rápido y volver a probar. Hacer lo que a los demás les da pereza o miedo. Ahí, y solo ahí, está la diferencia.
13. Ponte Sus Zapatos (Aunque Sea un Rato).
¿Cómo puedes saber de verdad lo que le importa a tu cliente? ¡Imagina que eres él por un día! Piensa en cómo es su mañana, qué problemas tiene en el trabajo, qué le da dolor de cabeza, qué le gustaría conseguir, qué le asusta. Cuando haces ese ejercicio mental, dejas de hablarle de «mi producto maravilloso» y empiezas a hablarle de SUS cosas, de lo que a ÉL le interesa. Y ahí, ¡zas!, conectas de verdad. La venta llega sola después de eso.
14. Este no estaba previsto pero ahí que te lo llevas.
No muestres necesidad: Si estás en modo supervivencia o simplemente alguien te dijo que hay que perseguir a los clientes para que te compren, déjame decirte que la estás cagando. Como te he comentado antes es el cliente quien se debe enamorar del producto o servicio y si constantemente vas detrás de él lo que vas a provocar es todo lo contrario, rechazo hacia el producto y sobre todo te verá como el pesado de turno que viene a intentar colársela como sea.
Grábatelo a fuego: NO MUESTRES NECESIDAD
Para Terminar:
Esto no son truquitos de magia. Es entender cómo piensa la gente. Es tener un plan claro. Es saber negociar sin regalar tu trabajo. Y sobre todo, es tener la disciplina para hacer lo que tienes que hacer, un día sí y otro también.